Triquina.

La triquina se trata de un gusano parásito de cuerpo cilíndrico y delgado, que se aloja en el intestino y los músculos del ser humanos y de otros vertebrados, al consumir carne contaminada con larvas de este parásito enquistadas. Se suele encontrar en el cerdo y en el jabalí cuando su carne está contaminada.

El nombre científico de este parásito es Trichinella spiralis y, la enfermedad que produce se conoce como triquinosis.
Como he mencionado antes, esta enfermedad se produce por el consumo de carne contaminada, mal cocida y que contiene quistes de Trichinella spiralis. 
Los animales salvajes, sobre todo los carnívoros u omnívoros deben considerarse como fuente potencial de enfermedad por nematodos.
Al comer la carne infectada lo que ocurre es que los quistes de Trichinella incuban en los intestinos y crecen hasta hacerse adultos, los cuales producirán otros gusanos que migran gracias a la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo, de manera que invaden los tejidos musculares incluyendo el corazón y el diafragma. Otros órganos que pueden verse afectados son los pulmones y el cerebro.
Cabe hacer mención a que los quistes permanecen vivos durante años.
Los síntomas más destacados de la enfermedad son sobre todo digestivos, como dolor abdominal, diarrea, espasmos, pero también ocasionan fiebre, hinchazón facial alrededor de los ojos, dolor y debilidad muscular, etc.
Para diagnosticarlo se realizan una serie de pruebas como el conteo sanguíneo completo,  nivel de creatina quinasa, una biopsia del músculo, etc.
Tratamiento: se puede utilizar un medicamento para tratar infecciones en los intestinos en general. La infección leve no necesita tratamiento pero los analgésicos pueden ayudar a aliviar el dolor muscular después de que las larvas hayan invadido los músculos.
Por último, las posibles complicaciones que se pueden dar son encefalitis, insuficiencia cardíaca y neumonía, entre otras.
La triquinosis se puede evitar si se cocinan de manera correcta las carnes que se van a consumir, es decir, cocinarlas completamente, también se debe de congelar a una temperatura de -5ºC a -15ºC durante 3 o 4 semanas, aunque esta última técnica no asegura que los gusanos mueran.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Práctica 8: Examen de mohos al microscopio óptico.

Práctica 6: Tinción de los microorganismos de un yogur.

Práctica 2: dilución seriada.